Un hattrick del delantero francés remonta la eliminatoria de Champions League de los merengues ante el PSG, que, tras ganar por 1-0 en la ida en el Parque de los Príncipes, se había adelantado por 0-1 en la vuelta. Un fallo de Donnarumma permitió el primer gol del Real Madrid y, a partir de ahí, todo se vino abajo para el club francés, que sumará otro año más sin Champions League.
Pese a la espectacular victoria, el Real Madrid llegará a los cuartos de final de la Copa de Europa todavía lejos de los favoritos para las casas de apuestas. Ahí destacan, por este orden, Manchester City, Liverpool y Bayern de Múnich, que también solventaron ya sus eliminatorias de octavos.
Todo en contra, qué mejor
Llegaba el 9 de marzo el Real Madrid al Santiago Bernabéu con todo en contra, como le gusta. El PSG le había dado un baño semanas antes en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League. Fue un 1-0, pero pudieron haber sido tres goles de diferencia. Fácil. Mbappé martilleó una y otra vez a la defensa merengue. Casemiro y Mendy vieron amonestaciones que les hacía perderse el partido de vuelta. Había poco a lo que agarrarse.
Poco, si se exceptúa, claro, la épica intrínseca al Real Madrid y al Santiago Bernabéu, que es mucha. Tanta que hasta los merengues se permitieron seguir los primeros 60 minutos del encuentro de vuelta por los mismos derroteros que semanas atrás. Dominio parisino, gol de Mbappé. Un gol que pudieron ser tres. Todo que parece sentenciado. Hasta que no lo está. Y, de repente, el Real Madrid se convierte en favorito para la Champions.
La locura
Lo que pasó en esa media hora fue, sencillamente, que la locura se apoderó de todo. Que cualquier atisbo de racionalidad se perdió en el Santiago Bernabéu, que el Paris Saint-Germain se empequeñeció y que el Real Madrid se convirtió de repente en un gigante. Las cabezas, a veces, juegan malas pasadas. Y en esta ocasión, de nuevo, al PSG se la jugó.
Todo empezó con un fallo de Donnarumma. El gran cancerbero italiano, héroe de su selección en la pasada Eurocopa, fue el primer en empequeñecerse ante la mística del Bernabéu. Le llegó un balón fácil a sus pies, Karim Benzema le presionó, la recuperó Vinicius Jr. Y este encontró de nuevo al ariete francés, que puso el 1-1 en el marcador, la esperanza en las gradas y el miedo en el cuerpo del conjunto francés. Se inició la locura.
Nada volvió a ser igual
Tras ese gol, nada volvió a ser igual. El que ahora parecía un gigante, un equipo sin sanciones o lesionados u olvidados era el Real Madrid, y el equipo timorato era el PSG. Cada balón suelto era para los madridistas. Cada duelo, también. Y cada ocasión. En una de esas, Vinicius se quedó solo delante de Donnarumma y mandó el balón por encima del larguero.
Benzema tardó poco en eximir a su compañero. Fue tras una jugada del omnipresente y todopoderoso Luka Modric, que tras ver frustrada una arrancada espectacular metió un pase de ensueño al rey Karim. Y este, en su idilio constante con la Champions League, no falló: 2-1.
En el segundo gol de Karim Benzema radica toda la grandeza de Luka Modric.
Roba en campo rival, parte al PSG con una conducción escandalosa, abre la pelota para Vinícius, llega al área y asiste de manera milimétrica a Benzema.
Con 36 años. pic.twitter.com/7cmqetc5ZX
— Albert Ortega (@AlbertOrtegaES1) March 10, 2022
Lo peor estaba por llegar para el PSG. Porque solo 10 segundos después de sacar de centro tras el gol del Madrid, el mediocampo parisino perdió el balón. Este le llegó a Vinicius por el sector izquierdo. Y el despeje de un Marquinhos que había acudido a la cobertura, flojito, como un pase, perfecto, le llegó al que le tenía que llegar: Benzema. Gol, hattrick, 3-1 y eliminatoria solucionada.
El PSG, noqueado
Tras el tercer gol de su rival, al PSG se le vio totalmente impotente, incapaz, lejos sus 150 minutos de absoluto dominio. De repente, eran un equipo frágil, sin ideas y sin fuerza. Quien conectase el partido en los últimos 20 minutos vería como algo lógico lo que reflejaba el marcador. Quienes llevasen viéndolo desde la ida no se lo podrían explicar.
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Quién sabe. Quizás es que esta mística no se puede comprar, que se tiene o no se tiene. Da igual el dinero que se invierta, que Bernabéu solo hay uno. El único estadio en el que hasta el mejor equipo del mundo se puede empequeñecer hasta parecer una minucia. Y de eso lleva viviendo el Real Madrid tantos años en la Champions League. En su competición por excelencia.
El Real Madrid se acerca a los favoritos
La victoria ante uno de los llamados a levantar La Orejona ha acercado a los favoritos al título según las casas de apuestas, por mucho que todavía se encuentre a cierta distancia. Ahí, en el trío de cabeza, destacan los otros tres clubes que consiguieron el pase a cuartos de final en la misma semana que el Real Madrid: Manchester City, Liverpool y Bayern de Múnich, en ese orden.
Para la casa de apuestas 1XBet, las cuotas para la victoria final de cada uno de estos clubes son de 2,85, 4,00 y 4,85 euros, respectivamente. Por su parte, la del Real Madrid se coloca en 8 euros por euro apostado. Lejos, pero acercándose. Y con el Santiago Bernabéu a su favor.
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