Alexey Lutsenko presenta en Jaén su candidatura a la primavera ciclista

Alexey Lutsenko, en una contrarreloj en Francia.
Alexey Lutsenko, en una contrarreloj en Francia.

Sterrato, pendientes que agarran la bicicleta, kilometraje y un recorrido que deja las piernas temblando. En un ambiente de clásica de verdad, Alexey Lutsenko se llevó la primera edición de la Jaén Paraíso Anterior, la nueva carrera del calendario ciclista internacional que se estrenó el 15 de febrero.

La dureza de la nueva competición y la solvencia con la que el kazajo del equipo Astana se llevó la carrera, lo apuntan como uno de los nombres propios a seguir en la espectacular primavera de clásicas —Strade Bianche, Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix— que se viene. Por detrás llegó otro nombre a seguir: Tim Wellens.

La carrera de Pascual Momparler

Italia, Francia, Bélgica y Holanda. Todos los países de gran tradición ciclista cuentan con sus grandes clásicas de entidad, carreras de un día en las que cualquier ciclista sueña con llevarse la victoria. España, por ahora, solo contaba con la Clásica San Sebastián. Pero desde ayer una apunta a acompañarla: la Clásica Jaén Paraíso Interior.

La carrera, diseñada por el seleccionador español de ciclismo masculino, Pascual Momparler, se apuntó a una de las últimas modas del mundillo: el sterrato. Es decir, deporte de la vieja escuela encaminos de grava y tierra, en los que la bicicleta de carretera se agarra, rueda más lenta; en los que se necesita una potencia inusitada para arrancar y dejar a los rivales atrás.

La primera edición de la Jaén Paraíso Anterior se la llevó el kazajo Alexey Lutsenko, un nombre de relumbrón para estrenar esta nueva clásica. Las piernas del cazaetapas del Astana fueron las más fuertes. Por delante, incluso, de otro especialista consumado como Tim Wellens. Ambos, con su actuación, cimentaron una candidatura a la primavera de clásicas que se viene por delante.

Espectáculo continuo

La nueva clásica ofreció un espectáculo maravilloso. Los tramos de tierra fueron un filón para Alexey Lutsenko, que martirizó a sus rivales una y otra vez. En el antepenúltimo tramo arrancó y se fue solo. Ya en el asfalto, sus perseguidores consiguieron alcanzarlo, pero en el siguiente tramo de tierra el kazajo atacó de nuevo. Demostró su superioridad: se fue solo.

El último tramo de sterrato fue el de la coronación de Lutsenko que, agotado tras 190 kilómetros, se dirigió en solitario a la meta de Úbeda. Por detrás, el belga Tim Wellens fue el más fuerte de un grupo de perseguidores formado por Loïc Vliegen, Lennard Kämna y Connor Swift.

La notoriedad de la victoria de Lutsenko es más notoria, si cabe, por varias razones. Por cómo la consiguió. Por dónde lo hizo, en una carrera maravillosa, que se estrenó entre los olivares y colinas de la provincia de Jaén. Y, también, porque lo hizo en la primera carrera de su temporada 2021 que, gracias a su rendimiento en la clásica jienense, apunta muy alto.

Una primavera llena de clásicas

Porque, por delante, el mundo del ciclismo tiene ahora la que, quizás, es la parte más divertida del año: la primavera de clásicas. Y este Lutsenko, potente, rápido, ha demostrado que —pese a haber sido séptimo en el Tour de Francia del año pasado— también puede adaptarse a este tipo de carreras.

La primera cita de nivel es, digamos, la madre del sterrato: la Strade Bianche, la carrera por excelencia en esto de las carreteras de tierra, que muestra como ninguna otra carrera los paisajes de la Toscana. La prueba, tanto masculina como femenina, se celebrará el domingo 5 de marzo.

A partir de ahí, la locura: el calendario de clásicas seguirá en Italia, pues el 19 de marzo se celebrará la Milán-San Remo, el primero de los cinco monumentos. Luego el Tour de Flandes, el primer fin de semana de abril. La París-Roubaix, el 17 de abril. Y, por último, la Lieja-Bastoña-Lieja el 24 de abril. Tres de los cuatro monumentos en un mes.

Y en todos, o casi todos, estará este Lutsenko peleando por levantar el premio. Aunque no sea el favorito.

Wout Van Aert, favorito para las apuestas

Porque aunque Alexey Lutsenko afirmó en Jaén que su nombre también debe entrar entre los candidatos a alguna de estas clásicas y monumentos, el favorito para las casas de apuestas está claro: Wout Van Aert.

Ahora mismo, el polivalente ciclista belga del Jumbo-Visma es el máximo favorito en Bwin para los tres primeros monumentos del año: Milán-San Remo, Tour de Flandes y París-Roubaix. Por detrás, nombres habituales de estas pruebas como Tom Pidcock, Kasper Asgreen, Julian Alaphilippe, o Peter Sagan.

Sin embargo, para todo aquel que quiera hacer una apuesta de riesgo para esta primavera, el nombre a seguir está claro: Mathieu van der Poel. El holandés lleva arrastrando una lesión en la espalda desde su espectacular caída en los Juegos Olímpicos, y eso le hace estar un poco lejos de Van Aert en las apuestas. Pero solo hay que recordar que, si se recupera, pocos pueden mostrar su nivel.

Van der Poel fue el año pasado segundo en París-Roubaix y Flandes, pero sin duda fue el que marcó el ritmo en la carrera. Así que habrá que tener muy en cuenta a la bestia parda aunque su espalda siga dejando alguna duda.